PALACIO DE AGUAS CORRIENTES: HOY MUSEO NACIONAL
El esplendor de su monumental fachada lo convierte en uno de los edificios más atractivos de la ciudad. Entre cerámicas de lujo, ladrillos esmaltados y sellos decorativos plagados de simbolismo el Palacio de Aguas Corrientes resguarda más de un misterio en su interior.
Cautivante como toda joya arquitectónica, al ingresar al edificio por el acceso de Riobamba 750, en el barrio porteño de Balvanera, se respira secretismo. Tal vez sea consecuencia del fuerte contraste que se produce entre entre la opulencia de su fachada y las paredes blancas de los múltiples espacios: en la totalidad de la manzana que ocupa el edificio conviven el histórico Museo del Agua y de la Historia Sanitaria de AySa, el archivo de planos y una misteriosa biblioteca.
Levantar este predio llevó siete años: los primeros cimientos comenzaron en 1887 y las obras se prolongaron hasta 1894. El plan de quienes idearon la construcción tenía como finalidad combatir las enfermedades y tener una ciudad abastecida por 72 millones de litros de agua en sus 12 tanques. Un auténtico monumento a la salubridad en el centro de la ciudad. Todos estos testimonios están registrados y se guardan en la invaluable colección de la biblioteca del Palacio. (Creada el año 1919).
NOTA: extracto de la nota de infobae.com
FOTO: infobae.com