Limpieza de las calles durante la epidemia de poliomelitis, Buenos Aires, marzo de 1956.
Ciertamente no se trataba de limpieza, están pintando, se pintaban con cal los cordones de la vereda y los troncos de los árboles, se pensaba que eso prevenía los contagios, además de colgarle a los niños una bolsita de tela con una pastilla de alcanfor en el pecho.
En realidad, no se conocía una medicina para esa epidemia, hasta que con el tiempo nos llegó la vacuna, primero de la mano de Jonas Salk que era inyectable y luego la de Albert Sabin que la perfeccionó y era por via oral colocada en un terrón de azucar para que sea mas facil de aplicar, la misma es la que se usa hasta la actualidad.
Hubo muchos niños infectados en Argentina, aproximadamente 6500, falleciendo el 10%, el tratamiento era con pulmotores (respiradores artificiales) como los que mostramos a continuación.
NOTA: Ricardo Juan Sabugo
FOTO: laciudadrevista.com
PD: El autor de la nota también participó de esas pintadas y llevó colgando la bolsita con alcanfor en su pecho.
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