En la costanera sur de Buenos Aires, frente al Centro de Museos de la ciudad, se ubica la extraordinaria Fuente de las Nereidas, creación de la reconocida escultora tucumana Lola Mora.
La obra, inaugurada en 1903, fue criticada por los desnudos que presentaba. Está esculpida en mármol de Carrara y representa el mítico nacimiento de Venus surgiendo de una valva marina junto a un séquito de nereidas.
El verdadero sentido de esta escultura se relaciona con la creación del ideal de belleza femenina, correlativo al resurgir de la idealización platónica, que aunque inalcanzable en la naturaleza concreta de lo humano, es perfectamente definible como una idea espiritual y como el ensueño de los ideales renacentistas.
La belleza ideal inmersa en los tres elementos de la materialidad, con una gran armonía y unidad con la tierra, el agua y el aire. No obstante, como ocurre en otras muchas obras del Renacimiento, tiene un oculto sentido iconográfico cristiano relacionándolo con el renacer de la vida del cristiano mediante el bautismo
La autora, cuyo nombre completo era Dolores Mora de Hernández, nació en 1877 en Argentina y falleció en 1936.
La Fuente de las Nereidas, su obra más importante, fue concebida y esculpida mientras vivía en Roma, en momentos en que sus contemporáneos argentinos incursionaban en otros estilos.
Actualmente se considera a la escultura como una de las piezas más importantes de la ciudad, lo cual ha llevado a que sea declarada Monumento Histórico Nacional.
En mayo de 2003, cien años después de su creación, La Dirección general de Museos del Gobierno de La Ciudad inauguró una muestra multidisciplinaria acerca de su historia y de la vida de su autora
NOTA: www.brujadesalem.com.ar
FOTO: grupos.emagister.com
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