jueves, 15 de marzo de 2012

LECHE SIN AGREGADOS

EL LECHERO


EL LECHERO

El lechero transportaba su mercadería en los recordados carritos artísticamente decorados por los fileteadores. Recorrían el barrio llevando la leche en sus característicos tarros, hasta la misma cocina de las amas de casa.

Visitaba cada domicilio llevando un tarro similar a los que transportaban la leche, pero de menor tamaño y un jarro con capacidad de 1 litro para servir la leche, con 4 marcas de un cuarto litro cada una. De lunes a sábados y a la misma hora, aparecía con su carga renovada diariamente.

Los tarros con leche eran colocados diariamente en determinadas estaciones de tren, por los tamberos de la Provincia de Buenos Aires en horas de la madrugada, llevándose un conjunto similar de tarros vacíos y limpios.

Desde el cordón de la vereda hasta los fondos del corralón donde se encontraban las caballerizas, se extendía el tradicional camino de adoquines que permitía oír el inconfundible repiqueteo de las herraduras, a la hora del regreso. Allí se guardaban el carro, los caballos y se encontraba la salita reglamentaria para el lavado de tarros, las medidas, los batidores y demás enseres que usaba el lechero durante la jornada diaria.

En 1960 se prohibió en la Ciudad de Buenos Aires la venta de leche sin pasteurizar. Las botellas de vidrio primero y los sachets después, provocaron la desaparición de las calles porteñas de este personaje y su popular carrito, al que los pibes solían subirse en el estribo trasero, para viajar colgados unos pocos metros por aquel Buenos Aires que se

NOTA: Resumen de la nota de blogs.monografias.com
FOTO: blogs.monografias.com

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